El teletrabajo, una modalidad laboral que creció exponencialmente tras la pandemia, ha mostrado diferencias significativas en cómo hombres y mujeres perciben su impacto en el bienestar y el balance entre vida y trabajo. Aunque las mujeres reportan mayor bienestar al trabajar desde casa, enfrentan desafíos únicos relacionados con las dinámicas de género profundamente arraigadas en la sociedad.
Diferencias de género en el teletrabajo: principales hallazgos
Un estudio realizado por el CESA y el Centro Nacional de Consultoría (CNC), titulado Equilibrio y Teletrabajo, analizó cómo esta modalidad laboral afecta a hombres y mujeres. Según las 740 encuestas realizadas:
- Mujeres: A pesar de mayores cargas domésticas, reportan mayor bienestar que los hombres al teletrabajar. Esto sugiere estrategias de afrontamiento y resiliencia para manejar las demandas laborales y personales.
- Hombres: Para ellos, el equilibrio vida-trabajo es clave para su bienestar, y valoran especialmente la relación entre balance y productividad.
Factores culturales y su impacto en la percepción del balance
Los resultados destacan cómo los estereotipos de género afectan la percepción del balance:
- Cargas domésticas y mentales: Las mujeres suelen asumir una «agenda mental» constante que incluye tareas laborales, cuidado del hogar y atención familiar, lo que genera una percepción de desequilibrio.
- Roles tradicionales: Patrones socioculturales perpetúan ideas como que las mujeres lideran el cuidado familiar y los hombres los aspectos técnicos o mecánicos, limitando su participación equilibrada en ambos entornos.
La tecnología y su relación con el bienestar
El estudio también evidenció que las personas con mayor confianza en su capacidad para manejar herramientas tecnológicas reportan menos estrés y mayor bienestar en el teletrabajo. Este hallazgo subraya la importancia de:
- Capacitación en TIC: Mejorar las habilidades digitales de los empleados para optimizar su experiencia laboral remota.
- Gestión basada en confianza: Fomentar autonomía y medir resultados en lugar de controlar horarios.
Retos para las organizaciones: sesgos y oportunidades
Fabricio Alarcón, coautor del estudio, advirtió sobre el riesgo de que los sesgos de género se repliquen en herramientas de inteligencia artificial utilizadas en procesos de reclutamiento o gestión laboral. Por ello, las empresas deben:
- Revisar y entrenar algoritmos para evitar estereotipos en la selección de personal.
- Diseñar políticas de teletrabajo inclusivas que consideren las necesidades de todos los empleados.
Beneficios estratégicos del teletrabajo
Además de ser una herramienta para mejorar el bienestar de los colaboradores, el teletrabajo representa ventajas competitivas para las empresas:
- Atracción de talento global: Facilita la contratación de nómadas digitales y profesionales extranjeros.
- Reducción de tiempos de desplazamiento: En ciudades como Bogotá, disminuye el estrés asociado al tráfico.
- Mayor satisfacción laboral: La flexibilidad laboral permite a los empleados dedicar más tiempo a sus relaciones personales, potenciando su bienestar emocional.
El teletrabajo tiene el potencial de transformar positivamente el mundo laboral, pero su implementación debe ser acompañada de estrategias que mitiguen los sesgos de género y promuevan la igualdad. Invertir en capacitación tecnológica, fomentar la autonomía y rediseñar políticas laborales inclusivas no solo mejorará el bienestar de los empleados, sino que fortalecerá la competitividad empresarial en un entorno cada vez más globalizado.